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Cómo nos manipulan en las redes sociales (Santiago Bilinkis)

¿Ustedes saben qué están haciendo sus teléfonos en este momento? Están acumulando datos sobre nuestras vidas, nuestras preferencias, nuestras rutas.

Industria, Ciencia y Tecnología29/08/2021Maria EmiliaMaria Emilia
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Manipulación

Conferencia de Santiago Bilinkis. TEDxRíodelaPlata

Aunque no la veamos, la manipulación - sutil o burda - está presente en las redes sociales y a través de nuestros dispositivos. Santiago Bilinkis hace un alto en el camino y nos advierte sobre este mundo que se nos vino encima, y propone el contraataque creativo, aprovechando todo el potencial digital, sin dejarnos manejar... ¡o al menos sabiéndolo! Santi es nuestro emprendedor serial favorito; fundó varias compañías pero además le gusta contar la tecnología. Lo hace en sus libros (“Pasaje al Futuro” y “Guía para Sobrevivir al Presente”), en la FM Metro 95.1 y en la Revista La Nación. 

Como se manipula?

La manipulación masiva a través de redes sociales abarca mucho más que la desinformación política a través de las fake news. Es una manipulación que ejercen las organizaciones que pertenecen a todos los sectores. Desde el Retail, la Banca, Recursos Humanos, Gobiernos, Salud, o Seguros, entre otros.

Los servicios financieros están recopilando y explotando cantidades cada vez mayores de datos sobre nuestro comportamiento, intereses, redes, datos de ubicación, personalidad, que se puede predecir a partir de los ‘me gusta’ en las redes sociales, para emitir juicios financieros sobre los individuos, como su solvencia crediticia.

Este tipo de organizaciones analiza la información de las publicaciones en redes sociales. Por ejemplo, de la actividad política a través de las cuentas de Twitter se puede asumir que la devolución del préstamo sea más compleja, y decidir no concederlo.

Otro ejemplo está relacionado con las campañas políticas. La forma en que se usan los datos en elecciones y campañas políticas es muy invasiva para la privacidad de los individuos, plantea importantes cuestiones de seguridad y tiene el potencial de dañar seriamente la fe en el proceso democrático.

Las campañas de comunicación y publicidad en redes sociales se basan en datos inferidos y muy sensibles que, probablemente, nunca hubieran sido revelados directamente por los ciudadanos en caso de haber sido preguntados directamente.

Esta información, a su vez, es completada, con frecuencia, con datos disponibles por data brokers que venden sus bases de datos perfectamente segmentadas, basadas en información de consumo y vigilancia, a las organizaciones y partidos políticos, con todo tipo de información, como el registro de votantes, de consumidores, historiales de compra de tarjetas de crédito y débito, información laboral y profesional. Esta información es fácilmente accesible y con ella se crean perfiles muy íntimos.

Todo el ecosistema publicitario online está organizado en torno al flujo de datos en tiempo real sobre la vida de los individuos y se ha creado con el único objetivo de modificar su comportamiento, con fines de lucro. Las empresas que han acumulado años de datos confidenciales sobre miles de millones de individuos en todo el mundo pueden manipular el comportamiento real de las personas.

Como ejemplo, Facebook monitoriza las publicaciones de usuarios menores de edad (hasta 14 años) y puede inferir si se sienten fracasados, estresados, ansiosos, nerviosos, tontos, o inútiles. Esta información es cedida por Facebook a sus anunciantes para dirigirse a los jóvenes adolescentes cuando son potencialmente más vulnerables y poder manipular sus sentimientos y su comportamiento, exclusivamente, con fines de lucro.

La recopilación de datos con el objetivo de configurar los anuncios que vemos es, normalmente, invisible. Los usuarios saben muy poco sobre qué datos se recopilan y cómo se analizan. Este proceso se realiza a través de la toma de decisiones automatizadas y la confección de perfiles que realizan los algoritmos de las redes sociales, como son Facebook, Twitter, Pinterest, LinkedIn, etc.

Estos perfiles se realizan a través de cuatro tipos de datos: (i) los datos personales directos, que los usuarios dan a las organizaciones de manera voluntaria, por ejemplo, rellenando un formulario. (ii) Los datos observados, que son los datos que las organizaciones y partidos políticos recaban de sus usuarios de manera directa, pero involuntaria, como son los datos biométricos, el historial de navegación, los tuits, likes, las fotos colgadas en plataformas, mensajería privada, veces que se ha compartido un contenido, la geolocalización del usuario, el historial de búsquedas, entre otros muchos. (iii) Los datos que se compran a terceros, como a los data brokers, y (iv) los datos anónimos.

Fuente: https://www.otrosi.net/ . Manuela Battaglini Manrique de Lara. Abogada especializada en Ética de los Datos y Transparencia en sistemas de Inteligencia Artificial. Especialista en Marketing Estratégico. Consultora en Privacidad.

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