
Un avión de la Fuerza Aérea lo llevó hasta Río Gallegos, en donde descansa. Después del 27 de octubre de 2010 y durante varias noches, Cristina* le pidió a Cuca* que durmiera con ella, en su habitación, porque no podía conciliar el sueño. Luego de su fallecimiento, Cristina guardó riguroso luto durante casi dos años. Trabajadores de la construccíon le manifestaron su dolor el día del velatorio.