
En psicología social sabemos que las personas tendemos a creer lo que confirman nuestras ideas previas. Se llama sesgo de confirmación. Nos cuesta aceptar datos que contradicen nuestras creencias. Preferimos escuchar lo que refuerza lo que ya pensamos. Pero eso nos vuelve más vulnerables al engaño, a la manipulación, a las falsas noticias.