Otra vez Milei. La vista "gorda" o la miopía de la Aduana.

🧳 “Pasen las valijas, no hay nada que declarar (salvo la hipocresía)”

Crónica de un escándalo a bordo del Mileiplano.

Mientras la patria ajusta el cinturón hasta casi desaparecer la cintura, y el discurso oficial sigue entonando el mantra de “no hay plata”, parece que algunos sí tienen equipaje de sobra. Literalmente. En un operativo con más preguntas que controles, un avión privado aterrizó en Aeroparque con 10 bultos, pero sólo 5 fueron escaneados por la Aduana. Las otras cinco piezas de equipaje ingresaron sin revisión alguna. ¿Quién viajaba? ¿De quién eran? ¿Por qué pasaron sin control? Las cámaras muestran, los funcionarios callan, y el Presidente... habla de más.

 
✈️ El vuelo del silencio: sin escalas hacia el escándalo

El Bombardier Global 5000, matrícula N18RU, aterrizó el 28 de febrero en Aeroparque Jorge Newbery. El vuelo provenía de Estados Unidos, donde se había celebrado el CPAC 2025 —la cumbre conservadora a la que asistieron Javier Milei, su hermana Karina y figuras del entorno libertario. El avión traía a Laura Belén Arrieta, empresaria argentina radicada en Miami, ejecutiva de tecnología y activista ligada a círculos de derecha internacional.

El vuelo no era comercial ni diplomático. Era privado. Pero lo que ocurrió después en tierra fue público, notorio... e irregular.

 La salida de las personas del avión sin pasar por los controles de Aduana.

📦 Las valijas invisibles: media revisión, escándalo completo

Según las grabaciones de las cámaras de seguridad del Aeroparque:

Se descargaron 10 bultos en total del avión privado.
Sólo 5 pasaron por el escáner de Aduana.
Las otras 5 piezas fueron directamente retiradas sin control, ni escaneo ni revisión manual.
Los documentos oficiales de ingreso declaraban únicamente 5 bultos. Las cámaras muestran el doble. Y no hay registro formal que justifique la omisión del control. Según voceros de la Aduana, se trató de “reconducción del equipaje” y los agentes actuaron con “criterio selectivo”. Una forma delicada de decir: si sos parte del círculo correcto, no te abren ni la valija ni la boca.

 Laura Belén Arrieta, la pasajera del jet privado que investiga la Justicia. (Foto: Instagram Laura Belén Arrieta / @lima.bravo.alfa)

🎙️ Milei en modo vocero: “No las vi, pero sé de quiénes eran”

En su entrevista con Luis Majul, el Presidente no sólo defendió el accionar de los agentes, sino que se adentró en detalles poco esperables en alguien que —según su propio relato— no tuvo contacto alguno con los involucrados:

“No son 10 valijas, son 10 bultos: dos eran de la chica (por Laura Arrieta), dos de la tripulación, dos de otra persona, y cuatro eran bolsas de compras”, dijo Milei al aire.

Ante la sorpresa, Majul respondió: “Le pregunto porque veo que tiene muchos detalles e información al respecto”.
Sin mencionar el contenido, Milei describió la propiedad de cada pieza de equipaje. Es decir, no sabía nada... pero sabía todo. Un prodigio de la coherencia selectiva.

 
🛬 El empresario de la nave: Scatturice y el cielo siempre abierto

El avión pertenece a Leonardo Scatturice, empresario aeronáutico y dueño de Royal Class. En 2025 compró Flybondi, la aerolínea favorita del oficialismo, ampliamente beneficiada por la política de "cielos abiertos" impulsada por el Gobierno. Scatturice no fue imputado, pero su cercanía al aparato libertario empresarial no pasó desapercibida para la fiscalía.

¿Negocio privado o transporte de favores? Lo cierto es que, al menos en esta gestión, los cielos son más abiertos para algunos que para otros.

 
🛃 Aduana en modo estatua: la omisión que nadie firma

La Dirección General de Aduanas, que depende del Poder Ejecutivo, inició una investigación interna pero no separó a ningún agente ni sancionó a los responsables del procedimiento irregular. Las imágenes muestran a Arrieta descendiendo del avión y haciendo una seña con el celular hacia uno de los agentes, que responde con un gesto de aprobación.

¿Quién dio la orden? ¿Quién autorizó la omisión del control? ¿Por qué el expediente formal sólo registra cinco bultos?
Nadie responde. Todos miran para otro lado.

 
🧾 La Oficina Anticorrupción: el certificado oficial del "no pasó nada"

En un giro que no sorprendió a nadie, la Oficina Anticorrupción, dependiente del propio Ejecutivo Nacional, concluyó que no hubo delito ni falta administrativa en el procedimiento. Según su dictamen, el accionar de Aduana “se encuentra dentro de los márgenes de legalidad”, pese a que las pruebas fílmicas muestran un trato diferencial y una omisión manifiesta de controles básicos.

Con esta decisión, el Gobierno se audita a sí mismo y se exonera con honores. Un caso ejemplar de justicia autorregulada: si lo hace el poder, no es corrupción; es eficiencia operativa.

 
📉 Transparencia con fondo falso

El Gobierno que prometió eliminar privilegios y combatir a “la casta”, hoy defiende con entusiasmo a los funcionarios que dejan pasar valijas sin escanear, a empresarios cercanos con rutas aéreas de regalo y a una pasajera “desconocida” que, curiosamente, formó parte de la misma agenda internacional.

La transparencia, parece, tiene franjas horarias, pasaporte dorado y trato preferencial.

 
📌 Conclusión: cuando la valija no se abre, se cierra la confianza

Este caso no está cerrado, pero ya está contaminado. Contaminado por el silencio oficial, por las medias verdades, por los guiños a empresarios aliados y por la pasividad de una Aduana que mira pasar el equipaje… cuando el equipaje tiene apellido.

Mientras la clase media vacía el changuito, mientras los jubilados calculan si alcanzan para la garrafa o el ibuprofeno, el poder despacha valijas sin declarar y argumentos sin consistencia. Y, para mayor seguridad, ahora con el aval de la Oficina Anticorrupción.

Una vez más, la única ley que se cumple a rajatabla es la del doble estándar.